Actualmente, debido a la gran cantidad de
residuos generada, es necesario establecer una normativa y una gestión adecuada
de los productos de desecho. Par ello, la legislación a considerar a nivel
estatal es la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
La
gestión de residuos en la Ley 22/2011, de 28 de julio.
El capítulo II del Título IIII es el
apartado en el que se regula este aspecto. En la sección 1º se detallan las
obligaciones de los gestores de residuos (artículo 20). Mientras que, la
sección 2º se dedica a los objetivos y medidas de la gestión
de residuos (artículos 21, 22 y 23).
Esta Ley 22/2011, de 28 de julio, de
residuos y suelos contaminados define residuo como “cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la
intención o la obligación de desechar”.
Los residuos urbanos son aquellos
productos de desecho generados en los hogares o áreas residenciales tales como
restos de comida, otro tipo de materia orgánica, papel, cartón, plásticos,
cuero, goma, aluminio, latas y otros metales, restos de ropa (textil), madera,
vidrio o cerámica. Los desechos de las industrias y comercios semejantes a las
fracciones anteriormente mencionadas, también se clasifican en este grupo, así
como los restos de trabajos de jardinería.
Una definición más formal de este tipo de
residuo, viene recogida en el apartado b) del artículo 3 de la Ley
22/2011, de 28 de julio, de residuos, donde se denomina a este tipo de
desechos Residuos domésticos.
La
gestión de residuos sólidos urbanos o domiciliarios.
La producción de residuos implica
establecer una serie de actividades que permitan preservar los parámetros de
salud pública y medio ambiental establecidos.
De esta manera, tratando adecuadamente
estos productos de desecho, desde su generación en origen hasta su supresión o
procesamiento final, se consigue gestionar los productos de desecho de manera
eficaz.
Se puede
decir que las principales fases la gestión de residuos
urbanos son las siguientes:
- La Pre-recogida abarca las
actuaciones que se realiza con los productos de desecho tras su
producción. Se trata de acciones en las que la ciudadanía tiene una gran
importancia, ya que implican su manipulación, clasificación, acumulación y
otras gestiones que son realizadas en los domicilios, oficinas, etc.
Esta fase concluye en el momento en el
que estos residuos son depositados en los lugares adecuados (generalmente
contenedores) y del modo preciso para que las entidades administrativas
pertinentes, o aquellas por ellas contratadas, comiencen la siguiente fase de
la gestión de estos desperdicios.
Tal y como se ha mencionado anteriormente, en la fase de
pre-recogida, la población tiene un papel vital. Por ello, se hace preciso
realizar una labor de concienciación eficaz sobre la correcta separación de
residuos en origen con la ciudadanía implicada.
- El siguiente paso es la recogida de
los residuos depositados en los contenedores habilitados para ello, ya sea
por trabajadores propios del ayuntamiento (servicios municipales) o por
empresas subcontratadas. Los vehículos empleados para recolectar los
productos de desecho disponen de diferentes tipos de contenedores, según
se realice esta recogida de manera hermética o abierta.
- Una vez que los vehículos recogen los
productos de desecho, éstos serán transportados hasta el
punto de entrega; esto es, hacia las plantas de tratamiento o a lugares de
entrega intermedios.
- El último paso es el procesamiento final de
estos residuos urbanos, proceso que engloba las actuaciones encaminadas a
la recuperación o supresión final de los mismos.
- La recuperación de estos residuos incluye
procesos químicos, mecánicos, biológicos o valorización energética. A día
de hoy quedará una fracción excedente que no podrá ser recuperada
utilizando la tecnología disponible hoy en día. Esta fracción resto será
depositada en vertederos o será incinerada según el caso.
- Esta última fase de la gestión de los residuos
puede llevarse a cabo de 3 modos diferentes:
1º Reciclaje y/o compostaje. Este proceso pretende convertir el producto de desecho en
materia prima para determinados procesos productivos o actividades.
Pueden reciclarse los residuos plásticos, el vidrio, el papel, el
cartón, el aluminio y los elementos metálicos.
Por su parte, el
compost se obtiene de la materia orgánica residual procedente de la
alimentación, restos de jardines, parques, etc. Es recomendable separar
correctamente, en origen, estos desechos para una mejor calidad de este
compost. Este material puede emplearse como abono en tareas de restauración y
estabilización ya que mejora la porosidad del terreno, facilita la retención de
agua, añade nutrientes al suelo, aumenta la capacidad fijadora del terreno,
reduce los requerimientos de abono químicos y protege el subsuelo de la llegada
de lixiviados.
2º Incineración. Mediante procesos de combustión de productos de desecho se
posibilita, en ocasiones, la valorización
energética de estos productos. Con la tecnología y eficacia de los filtros
disponibles hoy en día es posible realizar este proceso de manera que las
emisiones a la atmósfera sean las mínimas posibles. Aun así, al ser necesario
controlar estas las emisiones a la atmósfera, así como la gestión de las
cenizas y el paso de vehículos, es imprescindible evaluar y valorar su impacto
en la ciudadanía, en el medio ambiente y la naturaleza.
3º Depósito en vertederos controlados. Una vez colmatados y cerrados, se
vigilará su evolución para observar posibles efectos ambientales negativos que
se puedan desarrollar en un futuro. Las revisiones y los controles a realizar
tendrán que ver con procesos erosivos, emisiones de gases a la atmósfera,
vertidos a aguas del subsuelo, drenaje de la superficie y correcto tratamiento
de lixiviados.
4º Procesamiento biológico de los residuos como son la digestión anaerobia o la
hidrólisis de celulosa para, por ejemplo, la generación de etanol.
La digestión anaerobia de productos orgánicos permite obtener una mezcla gaseosa
compuesta de metano y CO2. Es un proceso que se emplea desde hace
tiempo para tratar aguas residuales y estabilizar así los sedimentos sólidos.
En resumen, la clasificación, recogida
y tratamiento de los residuos urbanos, precisa de la interrelación y correcta
colaboración entre la población y las administraciones públicas encargadas de
su correcta gestión. Sólo así, ésta se realizará de manera eficaz.
BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN DE INTERÉS.
- Camacho Ballesta, J. A. (Responsable); Rodríguez Molina,
M.; Hernández Peinado, M.; Ruiz Peñalver, S.; Feixas Rodríguez, J.C. 2012. Prevención y Gestión de Residuos: Estudio
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- Felisa Otero León. Los
Residuos de origen domético, sistemas para la gestión. Edita Junta de
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https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2011-13046&p=20160512&tn=2
- Secretaría de
Estado de Medio Ambiente, Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y
Medio Natural, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PREMAR), 2016-2022.
[Consulta: 10 de abril de 2021]. Disponible:
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/planes-y-estrategias/pemaraprobado6noviembrecondae_tcm30-170428.pdf
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